sábado, 29 de septiembre de 2012

Verano ( continuación)

Estuvo muy atento a todos los comentarios de los humanos:
-¡Qué buen verano está haciendo! decían algunos.
-¡Sí éste es mejor que el año pasado! ¡Se puede descansar por las noches! comentaban otros.
Verano estaba feliz. Todo estaba saliendo como él quería.
El 21 de septiembre Otoño comenzó a acercarse. Verano lo veía desde lejos  con su brisa fresca y sus pequeñas nubes.

-¡Aléjate! le dijo Verano.
Pero Otoño no estaba dispuesto a ceder. Llamó a las nubes y  se dejó caer una tarde con una fresca lluvia que duró muchas horas.
-¡Lluvia!- dijeron los niños y salieron a chapotear en los charcos.
-¡Bienvenida!- decían los granjeros y los agricultores
-¡Qué bien! ¡Ya era hora! dijeron muchos
Verano vió la alegría reflejada en la cara de las personas. Comprobó con tristeza que disfrutaban poniéndose los chubasqueros, abriendo los paraguas y sacando las chaquetas.
- Creo que debo irme. Las personas también disfrutan el Otoño- pensó con tristeza.
- Lo siento Otoño- dijo mientras le estrechaba la mano con un rayo de Sol.
- Adiós Verano. ¡Hasta el próximo año!- le respondió Otoño.

Verano comprendió que todo tiene su ciclo y debemos respetarlo.  Le pidió al Sol que disminuyera sus rayos, al mar que moviera más sus olas y a la bisa que fuera más fresca. Se despidió con la seguridad de que todos lo esperarían con la mayor de las ilusiones.Y tal como había venido, se fue.

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