domingo, 17 de noviembre de 2013

Michel Ocelot

Hay personas que poseen un gran talento. Cuando uno aprecia un trabajo bien hecho, lleno de originalidad e ingenio, crece como persona. Eso me pasa a mí cada vez que veo un trabajo de Michel Ocelot.
El creó Kirikú y Azur y Asmar. Ambas obras son ejemplos de vidas diferentes y de multiculturalidad. En este mundo global y mestizo en el que vivimos, nuestros hijos podrán enriquecerse de toda la herencia que nos dejan obras como éstas.
Los que han podido disfrutar de las aventuras y valentía de Kirikú y de la entrañable amistad de Azur y Asmar no me negarán que ambas historias han dejado huellas tanto en vuestros hijos como en vosotros.
Os dejo algunas imáges y si no conocéis la obra de Michel Ocelot os invito a que lo hagáis.

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