El creó Kirikú y Azur y Asmar. Ambas obras son ejemplos de vidas diferentes y de multiculturalidad. En este mundo global y mestizo en el que vivimos, nuestros hijos podrán enriquecerse de toda la herencia que nos dejan obras como éstas.
Los que han podido disfrutar de las aventuras y valentía de Kirikú y de la entrañable amistad de Azur y Asmar no me negarán que ambas historias han dejado huellas tanto en vuestros hijos como en vosotros.
Os dejo algunas imáges y si no conocéis la obra de Michel Ocelot os invito a que lo hagáis.
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